Septiembre es el mes de la concienciación de cáncer de próstata. Es en la próstata donde se produce el líquido seminal que tiene como función nutrir y transportar el esperma. La mayoría de los cánceres de próstata crecen lentamente y no causan ningún problema de salud. La detección temprana por medio de evaluaciones médicas al menos una vez al año, puede evitar que se propague este cáncer a otros lugares. Es importante consultar con su médico de cabecera o especialista, para conocer a qué edad debería comenzar con estas medidas preventivas. Muchas guías clínicas establecen que luego de los 39 años se debe comenzar con estas pruebas de detección temprana.

En un estado avanzado, el cáncer de próstata puede causar signos y síntomas tales como:

  • Disminución en la fuerza del flujo de la orina.
  • Sangrado al orinar o en el semen.
  • Dolor en los huesos.
  • Pérdida de peso inexplicable.

Dos pruebas comunes para la detección de cáncer de próstata son:

  • Análisis de sangre conocido como PSA por sus siglas en inglés. 
  • Palpar de forma rectal para sentir si hay algo anormal en la próstata.

Ante una sospecha de cáncer de próstata como resultado de estas dos pruebas, es probable que se lleve a cabo una biopsia. En una biopsia, se extrae una pequeña muestra de tejido de la próstata para analizarla bajo un microscopio. 

Factores de riesgo que pueden aumentar la posibilidad de desarrollar cáncer de próstata:

  • Edad avanzada- Es más frecuente después de los 50 años.
  • Historial familiar- Especialmente: padre, hermano o hijo.
  • Obesidad- Aunque los estudios han tenido resultados variados, hay una tendencia a que en las personas obesas el cáncer sea más agresivo.

Por: Zamely Millán-Gutiérrez, MPHE, CHES, GCG
Fuente: Mayo Clinic & CDC