El escribir con una mano u otra es una cuestión genética. Todo está en nuestro cerebro.
Vemos que las cosas al derecho significan que están bien nuestras acciones, ser diestro es como ser hábil y no es tan amable cuando se refiere a la izquierda. Ser de izquierda es la otra ideología política, revolucionario. Así que el término “Sinister“, que en latín significa izquierdo, ha derivado en la palabra “siniestro”, que se asocia con algo malo.
Hasta los años 60 a los niños zurdos se les corregía y obligaba a escribir y hacer las labores con la mano derecha.
En el cerebro existen dos hemisferios: el derecho, que dirige los movimientos del lado izquierdo del cuerpo, y el izquierdo, que rige los movimientos del lado derecho. Casi siempre su parte izquierda es la dominante, por lo que la mayoría de órdenes están destinadas a la derecha del cuerpo.
Pero los zurdos son la excepción, ya que en ellos sucede al contrario: domina el hemisferio derecho que es el que dirige el lado izquierdo, por lo que es a este lado al que manda las órdenes.
Según algunas investigaciones, podría ser que el predominio de los diestros (entre un 8% y un 15% de la población mundial es zurda) se deba a que las funciones cerebrales alojadas en el hemisferio izquierdo son más importantes y por ello dominantes. Aunque las teorías actuales dudan de que el papel desempeñado por el hemisferio derecho (relacionadas con la creatividad y el ingenio) sean secundarias.
Cuando hablamos de hemisferios, no hemos de considerarlos hemisferios opuestos: son complementarios y no hay un hemisferio más importante que el otro.
Una teoría elaborada por genetistas del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos planteaba la hipótesis de que la mayoría de las personas tiene un gen dominante que las hace ser diestras. Por el contrario, a un 20% de las personas les falta este gen, por lo que tienen una posibilidad al azar de ser diestro o zurdo (al 50%). Para Klar la presencia o ausencia de este gen corresponde a una condición genética convencional, como la que determina el color de los ojos o la calvicie
De modo que quedan muchas incógnitas por resolver acerca de por qué somos diestros o zurdos. Sea más por herencia, sea por el entorno, creo que lo que más debe importarnos a los padres es conocer si los pequeños son diestros o zurdos en el momento adecuado, más allá de los dos años de edad, con el propósito de ayudarles a desenvolverse en sus tareas diarias.
Los cráneos del homo heidelbergensis encontrados en Atapuerca (Burgos, España) muestran marcas en los dientes que se suponen hechas al sujetar un trozo de carne con los dientes y cortarlo con una piedra afilada. El ángulo de las marcas indicaría que la herramienta de cortar era manejada con la mano derecha. Por tanto, los registros fósiles de este y otros lugares sugieren que los homínidos eran también diestros y esa preferencia tiene al menos un millón de años de antigüedad.
Pero el mundo está diseñado para diestros. En la China se ve mal que los niños usen la mano izquierda y se les corrige. Las tijeras, el ratón del computador, la palanca de cambios de los automóviles, fuera del Reino Unido, suponen problemas para los zurdos.
Fuente: opulix.com