Date un masaje

Muchos estudios muestran que el masaje puede reducir la ansiedad, la tensión arterial y la frecuencia cardíaca. La reducción de estos factores puede causar una baja en los niveles de estrés, clave para construir la inmunidad.

 

Toma baños fríos

Los investigadores afirman que las duchas frías ayudan con las baja energías, las migrañas, la circulación y la reducción del dolor.

 

Ingiere jengibre

Durante siglos, el jengibre ha sido la raíz predilecta para atender una amplia gama de aflicciones gastrointestinales, incluyendo estreñimiento.

 

Lava tus manos

De acuerdo con el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, el lavado de manos es la acción número uno para evitar los resfriados cada año (por no hablar de las bacterias, tales como E. coli y salmonella, que causan enfermedades transmitidas por los alimentos).

 

Toma vitamina C y zinc

Aunque la vitamina C y el zinc para la prevención de los resfriados el algo que continúa en discusión, algunos estudios demuestran que la vitamina C sí es útil, sobre todo para las personas que están bajo estrés extremo. En el caso del zinc, puede evitar que los viruses se multipliquen.

Come más ajo

El ajo es rico en antioxidantes que aumentan la inmunidad y combaten la inflamación. Eso significa que la hierba, además de impulsar las defensas contra la enfermedad todos los días, probablemente ayuda a evitar el cáncer y mejorar la salud del corazón.

Mantente positivo

En un estudio, los participantes que había aumentado la actividad en una región del cerebro asociada con una actitud positiva, produjeron mayores cantidades de anticuerpos contra la gripe. Los investigadores no están claros cuál es la conexión, pero saben que «el cerebro se comunica con el sistema inmune, y viceversa», dice Anna L. Marsland, PhD, directora del Laboratorio de Inmunología del Comportamiento de la Universidad de Pittsburgh.

 

Fuente: health.com
Imagen: freepik.com