Un estudio realizado sobre más de 130.000 personas en 21 países, señala que los lácteos se asocian con tasas más bajas de enfermedad cardiovascular y mortalidad.
Beber leche, o consumir derivados lácteos, al menos tres porciones al día, puede ser beneficioso para la salud cardiovascular. Según un estudio realizado sobre más de 130.000 personas en 21 países, y publicado en « The Lancet», los lácteos se asocian con tasas más bajas de enfermedad cardiovascular y mortalidad. Además, el informe ha visto que las personas que consumían tres porciones de lácteos al día tenían tasas más bajas de mortalidad y enfermedades cardiovasculares en comparación con aquellas que consumían menos de 0,5 porciones de lácteos al día. (Una porción estándar de lácteo era equivalente a un vaso de leche de 244 g, una taza de yogur a 244 g, una rebanada de queso a 15 g, o una cucharadita de mantequilla a 5 g).
Los hallazgos contrastan con las pautas dietéticas actuales que recomiendan consumir de 2 a 4 lácteos bajos en grasas (desnatados o semidesnatados) al día, en vez de leche entera, como en este estudio.
Considerando que la enfermedad cardiovascular es la causa principal de mortalidad en todo el mundo, los investigadores consideran que el consumo de productos lácteos no debería desalentarse sino que, incluso, debería fomentarse especialmente en los países de bajos y medianos ingresos, donde el consumo de productos lácteos es bajo.
Los investigadores consideran que el consumo de productos lácteos no debería desalentarse sino que, incluso, debería fomentarse especialmente en los países de bajos y medianos ingresos, donde su consumo es bajo
Los resultados provienen del estudio prospectivo Urban Rural Epidemiological (PURE), que incluyó datos de 136.384 personas de 35-70 años en 21 países. Los participantes fueron seguidos durante un promedio de 9,1 años. Durante este tiempo, hubo 6.796 muertes y 5.855 eventos cardiovasculares graves.
Como se esperaba, el consumo de productos lácteos era más elavado en América del Norte y Europa y menos en Asia meridional, China, África y Asia sudoriental. Los participantes se agruparon en cuatro categorías: sin lácteos (28.674 personas), menos de 1 porción por día (55.651), 1-2 porciones por día (24.423) y más de 2 porciones por día (27.636).
Los resultados mostraron que aquellos que consumían más leche tenía tasas más bajas de mortalidad, total, no cardiovascular cardiovascular, enfermedad cardiovascular mayor e ictus que el resto de los grupos.
Los autores creen que es necesaria más investigación que muestre por qué los lácteos podrían estar asociados con niveles más bajos de enfermedades cardiovasculares y recuerdan que la recomendación de consumir lácteos bajos en grasa se basa en los supuestos daños de las grasas saturadas en un único marcador de riesgo cardiovascular (colesterol LDL).
Sin embargo, la evidencia sugiere que algunas grasas saturadas pueden ser beneficiosas para la salud cardiovascular, y los productos lácteos también pueden contener otros compuestos potencialmente beneficiosos, incluidos aminoácidos específicos, grasas insaturadas, vitamina K1 y K2, calcio, magnesio, potasio y potencialmente probióticos. El efecto de los lácteos en la salud cardiovascular debería, por lo tanto, considerar el efecto neto sobre los resultados de salud de todos estos elementos.
Estos resultados no son una «recomendación», sino solo otra pieza de la evidencia en la literatura científica.
Fuente: abc.es