Si presentas alguno de los síntomas indicados anteriormente y no quieres que el problema se agrave con el paso del tiempo, te recomendamos que mejores algunos de tus hábitos que pueden estar causando el síndrome.
Es verdad que puede ser complicado cambiar de empleo o inutilizar la mano. Sin embargo, puedes mejorar el cuadro si:
Mantienes una posición neutra de la mano
La posición ideal que debe tener la muñeca o la mano es extendida. Para ello, el teclado debe estar ubicado de manera tal que los antebrazos descansen y no tengan la necesidad de estar doblados.
Esto también repercutirá en menos dolores de brazos, hombros, cuello o espalda.
Tomas los objetos con toda la mano
Evita que solo uno o dos dedos realicen todo el trabajo al agarrar, desenroscar o levantar cosas. Si usas el índice, el pulgar o el mayor aumentará la presión en la muñeca. Trata de usar la mano completa y alternar entre la izquierda y la derecha.
Mantienes una vida saludable
Es muy importante que las venas estén en buenas condiciones y la sangre que circule por tu cuerpo esté saludable. De esta manera pasará por tus manos y muñecas sin encontrarse con ningún obstáculo.
Dentro de los buenos hábitos que te ayudarán a mejorar la condición no olvides dormir bien, hacer ejercicio regularmente, no fumar, evitar el sedentarismo y llevar una dieta equilibrada.
Eliges diseños ergonómicos
Existen diferentes objetos que están diseñados para un mayor confort de las manos y las muñecas. Por ejemplo, los teclados o la alfombrilla para el mouse. De esta manera reducirás un poco la presión mientras trabajas.
Si en tu empresa no te lo proveen, no dudes en comprarlo por tu propio bien.
Realizas ejercicios localizados
¿Quién dijo que las muñecas no pueden ejercitar? ¡Es necesario que lo hagan para evitar el síndrome del túnel carpiano! Algunas opciones interesantes que te pueden ayudar son:
- Hacer círculos con las muñecas. Con las palmas hacia abajo y afuera. Rota ambas muñecas a la derecha (5 veces) y a la izquierda (otras 5 veces).
- Extender los dedos. Lo más que puedas, manteniendo la posición durante 10 segundos. Repite, al menos, 3 veces al día.
- Tensar los pulgares. Debes sostener hacia afuera y luego agarrar el pulgar con la mano contraria. Presiona hacia afuera y atrás hasta sentir una leve presión. Ten cuidado de no ser muy brusco con tus movimientos, porque puedes dislocar el hueso y eso sería muy doloroso.
- Apretar la mano. Cierra el puño y haz toda la fuerza que puedas. Lo puedes hacer con un pequeño balón de goma (como el que usan los bebés o para mascotas). Aprieta y suelta unas 10 veces con cada mano. Lo puedes hacer mientras hablas por teléfono, miras una película o viajas en el metro.
- Levantar un poco de peso. Ten siempre a tu disposición una pesa de no más de 2 kilos. La puedes comprar o fabricar con una botella de agua, rellena con arena o tierra.
Siéntate frente a una mesa. Apoya el antebrazo y deja que la mano quede colgando. Sostén el peso unos segundos. Sube y baja la muñeca. Repite unas 10 veces y cambia de muñeca.
Fuente: mejorconsalud.com