Tal vez ya hayas sentido las taquicardias, sudores y ahogos mientras duermes. Estos son ataque de pánico nocturnos. Los puede sufrir cualquier persona, pero aquellas personas que ya padecen de estrés o están bajo tensión psicológica son más sensibles a esto. Otras personas que también se pueden ver afectadas por los ataques de pánico nocturnos son aquello que tienen problemas de tiroides, apneas o que han sufrido algún suceso traumático.

 

Para controlarlos o evitarlos debemos practicar técnicas de relajación, hacer ejercicios, y una vez el ataque ocurra levántese y relájese.

 

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Fuente: facebook.com/MejorConSalud