El cuerpo cambia con la edad, y a medida que el tiempo pasa, los dolores musculares y sobre todo de articulaciones van en aumento. Por ello, es necesario ejercitar el cuerpo y la mente, por eso hay que sacudir la pereza y salir del estancamiento para quemar grasas que nos dan libras de más.
Si para ello comienzas a correr, notarás que algo cambia en tu vida: prolongas los años de vida, ayudas a reducir el colesterol malo, previenes la artritis, aumentan la densidad ósea, además de perder grasa, y mejorar la calidad del sueño. Sin embargo, es posible que notes cierto dolor de rodilla al correr.
¿A qué se debe el dolor de rodilla al correr?
Cuando comienzas a ejercitar el cuerpo con ejercicio físico, puede que notes dolor de rodillas, sobre todo al correr. La causa más común del dolor suele ser por el mal alineamiento de la rótula con el fémur. Mediante el roce de estas estructuras, y con los movimientos de flexión e inflexión, las molestias se agudizan. ¿Cómo evitar estas molestias al ejercitarse?
Ejercicios para evitar el dolor de rodilla al correr
Los movimientos de flexión e inflexión al correr pueden agudizar el dolor en tus rodillas. Si el dolor persiste, lo aconsejable es acudir al especialista. Él nos dará las mejores soluciones: reposo, tratamientos fisioterapéuticos, rodilleras, vendajes de sujeción, e incluso hacer otros ejercicios encaminados a fortalecer la musculatura, porque correr no es malo para las articulaciones y huesos.
Aquí unos ejercicios que te ayudarán a compensar la escasez muscular específica.
Cadena cinética abierta
Sentado en algo alto para que queden los pies colgando; atar un extremo de una banda elástica en un punto fijo, y el otro extremo colocarla alrededor del tobillo, manteniendo la postura de la espalda recta, hay que realizar la extensión y flexión de la rodilla, pero controlando el ejercicio con la goma. Repetir el mismo número de veces con cada pierna, así fortalecemos los cuádriceps.
Cadena cinética abierta de cadera
La ejecución de este ejercicio es similar al anterior, pero en este se ayuda a mantener el glúteo mayor, y se trabaja más la cadera.
De pie, con una goma elástica atada a un punto fijo, y el otro extremo sujetando el tobillo. El ejercicio consiste en apoyar las manos en el lugar fijo y manteniendo la espalda recta, alejar la pierna atada y extendiendo la cadera hacia atrás. Hay que repetir el ejercicio con la otra pierna también.
Sentadillas
El objetivo de este ejercicio es fortalecer los cuádriceps mediante la inflexión de la cadera y el movimiento de la rodilla como acompañamiento, hasta llegar a formar un ángulo de 90º, llevando el culo hacia atrás y abajo. Es importante saber cómo hacer las sentadillas correctamente.
Cuando hagas la inflexión hacia abajo, la rodilla ha de estar en línea con el pie que nos sujeta, nunca sobrepasándolo.
Cerrar y abrir rodillas con elevación de cadera
Tumbado boca arriba, brazos extendidos a lo largo del cuerpo y apoyar un pie en el suelo. Lo siguiente es elevar las caderas y tratar de unir y separar las rodillas, evitando bajar el culo. Al principio cuesta y te puedes ayudar un poco con las manos, pero cuando progreses puedes colocar los brazos cruzados sobre el pecho. Con este ejercicio fortaleces el glúteo medio.
Elevar cadera con una pierna como apoyo
Este ejercicio tonifica y calienta el glúteo mayor. Tumbado, boca arriba y los brazos extendidos a lo largo del cuerpo. Apoyar un pie en el suelo y el otro en suspensión. Hay que elevar y bajar las caderas, evitando que la cadera toque el suelo al bajar. El ejercicio hay que realizarlo con cada pierna, y cuando hayas progresado los brazos pueden colocarse en cruz.
Fuente: mundodeportivo.com