El dinero, por desgracia o por fortuna, es el punto de inflexión. Es donde en muchos momentos por falta de dinero el equilibrio emocional de las personas se desborda y se ve sometido a estrés.
El dinero es importante, pero no lo más importante. Importante es poder disfrutar de lo que haces y que te genere dinero. Importante es disfrutar de la familia, de las personas que quieres. Importante es darte cuenta de que el dinero puede comprar casi todo, pero no la salud… y este es el punto al que quería llegar. Por dinero hay quien se deja la salud, venden su tiempo a precios muy baratos y encima no disfrutan de lo que hacen, eso sí que es un problema.
Problema que se puede cambiar si potencias tu inteligencia emocional.
El primer paso para que tu emoción cambie al respecto del dinero es descubrir cuál es tu don, tu talento, eso que te hacer ser especial, eso que cuando piensas en ello te hace sonreír por dentro. Te preguntarás, ¿para qué quiero yo saber eso si no me va a dar dinero?… tienes que pensar que hacer de tu pasión tu profesión es de las cosas más lindas que puedas vivir. ¡Ojo!, no estoy diciendo que abandones tu trabajo, estoy diciendo que ahora sólo es tiempo de buscar en tu cabeza un recurso súper potente que te haga disfrutar de lo que haces hoy. Las personas nos movemos por emociones y si descubres qué es lo que realmente te apasiona estarás conectado a una nueva energía, tendrás ilusión y eso es lo que necesitas como primer paso para poder empezar a cambiar las creencias negativas que puedas tener al respecto del trabajo, de lo que haces y del dinero.
Cuando descubras lo que te apasiona te darás cuenta porque sonreirás más, te sentirás más feliz y esa felicidad te acompañará en lo que haces hoy, quizá no puedas vivir de ello pero sí que puede ser tu hobby, tu pasatiempo. Será ese espacio donde realmente te conectas con la vida, porque tienes que saber que tu has venido a este mundo a marcar la diferencia y que si tienes un don no puedes quedártelo para ti, has de compartirlo.
Fuente: katiamedeles.com