Consumir más agua: los expertos recomiendan beber de 6 a 8 vasos de agua al día, pues aunque parezca tener un sentido inverso, el consumo de agua estimula la eliminación del exceso de líquido retenido en el cuerpo y a su vez arrastra el exceso de sodio para ser eliminado a través de la orina. Este buen hábito nos ayuda a limpiar nuestro organismo, nos mantiene bien hidratados y reduce la hinchazón en el cuerpo.
Eliminar la sal de la dieta: aunque para muchos la sal es un ingrediente que no puede faltar en las comidas, lo ideal es empezar a buscar otras alternativas para realzar el sabor de los alimentos. Se pueden consumir dosis mínimas de sal, preferiblemente agregada a las comidas caseras. Debes tener en cuenta que la sal en exceso está presente en carnes embutidas, alimentos enlatados, sopas enlatadas, comida congelada, comida chatarra, entre otros. En lugar de este tipo de alimentos, debes empezar a considerar añadir más frutas y verduras a la dieta, ya que ayudan a eliminar los excesos sodio una vez digeridos.
Sustituir la sal: eliminar la sal de la dieta puede ser posible si nos empezamos a acostumbrar a sustituir este condimento por opciones más saludables como por ejemplo el ajo, la pimienta negra fresca, el curry, el perejil, el orégano y el romero.
Realizar actividad física: se recomienda hacer ejercicio aeróbico diariamente o cualquier otro tipo de actividad que active la sudoración. Cuando caminamos, bailamos, trotamos, corremos bicicleta e incluso cuando vamos al sauna, estamos liberando nuestro cuerpo de impurezas y exceso de sal gracias a la transpiración. Sólo recuerda llevar contigo una botella de agua a cada sesión de ejercicios.
Referencia:mejorconsalud.com