Cada día son más las personas que tratan de comer sin gluten. Algunos por diagnóstico de intolerancia; pero otros porque aprenden de los beneficios que consiguen para su organismo.

Conseguir familias que se suman a la ola de comer sin gluten es muy frecuente. Desde hace un tiempo uno de los desórdenes alimenticios más comunes es la intolerancia al gluten. Las personas con esta condición son diagnosticadas con una enfermedad celíaca. La solución: llevar una dieta gluten free.

 

Calidad de vida en reducción

Los celíacos padecen de una mala absorción intestinal de las proteínas extraídas del gluten. Las principales consecuencias son:

  • Diarreas.
  • Dolores abdominales.
  • Pérdida de peso no intencional.
  • Estreñimiento.
  • Anemia.
  • Dolores de cabeza hasta migrañas.
  • Cansancio frecuente.
  • Pérdida del cabello.
  • Desórdenes menstruales en las mujeres.
  • Infertilidad.

Adiós al gluten

Es posible consumir alimentos que no contengan gluten en su origen: carnes, pescado, huevos, leche, cereales de arroz, legumbres, tubérculos, frutas, verduras, hortalizas, grasas comestibles y azúcar. Los productos con versiones sin gluten deben ser evaluados minuciosamente, ya que son alimentos muy procesados. Ya existen muchas recetas de cocina, incluso de postres, que tienen versiones gluten free.

Las personas que llevan una dieta sin gluten perciben algunos cambios en el organismo:

  • Reducción del colesterol y triglicéridos.
  • Aumenta la tolerancia a la glucosa.
  • Baja en la presión sanguínea, lo que favorece la salud cardiovascular.
  • Mejora la salud capilar.
  • Regularidad intestinal.

La reducción de los síntomas ya constituyen una mejora en la calidad de vida de los pacientes celíacos.

Cuidados especiales

Si en el hogar existe una persona celiaca, pero el resto decide mantener una dieta normal, deben dejar de compartir algunas cosas. El colador de pastas libre de gluten no puede usarse para las pastas con gluten. Freír un producto libre gluten free no es posible en un aceite usado previamente con un producto que sí lo contenga.

Estos cuidados deben ser parte importante de la dieta, ya que los utensilios mal empleados pueden llegar a transferir el gluten de otros productos que contienen la proteína.

 

Fuente: lanoticia.com