La ansiedad en los niños es un problema demasiado común al que se enfrentan los padres hoy en día. Aunque no por ello debemos considerarlo normal ni aceptable.

Como ocurre con los adultos, los niños responden de manera diferente al estrés, en función de su edad, su personalidad y sus habilidades de afrontamiento.

Los niños pueden no ser capaces de explicar completamente sus sentimientos a edades tempranas. Por otra parte, los niños mayores, antes de llegar a la adolescencia, ya son capaces de decir lo que les preocupa y por qué. Sin embargo, eso no es garantía de que vayan a compartir esa información con sus padres.

Signos de ansiedad en los niños

  • Pérdida del apetito.
  • Mutismo selectivo.
  • Dolores de cabeza.
  • Molestias estomacales.
  • Problemas de memoria.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Cambios de humor frecuentes.
  • Llanto errático, sin motivo aparente.
  • Problemas del sueño (insomnio o hipersomnia).
  • Desinterés por asistir a la escuela e, incluso, fobia escolar.
  • Problemas para interactuar con otras personas, sean o no de su edad.
  • Desarrollo de algún hábito nervioso, como morderse las uñas.

Causas comunes

Por lo general, tanto el estrés como la ansiedad en los niños tienen diversas causas. Si bien es cierto que existe una que tiene mayor relevancia con respecto a las demás, no se trata de un problema simple. Razón por la cual necesita atención profesional y una terapia apropiada.

La ansiedad en los niños no es trivialidad alguna. Aunque puedan parecer pequeños los problemas recordemos que, para ellos, son situaciones difíciles en las que se sienten vulnerables e incapaces. 

Esto se debe a que no cuentan con las herramientas necesarias para gestionar la situación y sus emociones adecuadamente. Por lo tanto, lo importante es guiarlos y brindarles apoyo para que puedan salir adelante, poco a poco.

Estrategias para prevenir la ansiedad en los niños

Los padres puede aplicar las siguientes estrategias para prevenir la ansiedad en los niños:

  • Deja que tu hijo se enfrente a sus miedos. No lo sobreprotejas. Permite que desarrolle sus propias estrategias de afrontamiento.
  • Utiliza mensajes positivos para aumentar su autoestima sin exajerar y evitar criticarle cuando haga algo mal. Anímale para que intente hacer las cosas bien y valora su esfuerzo por intentar mejorar.
  • Descubre lo es importante para tu hijo, sin menospreciar las cosas que a él le importan.
  • Habla con tu hijo sobre aquello que le da miedo y no menosprecies lo que le produzca temor.

 

 

Fuente: eresmama.com