Si pensamos en un animal criado en ganadería ecológica nos viene a la mente unas vacas pastando en un campo. Pero para colgar la etiqueta de ECO se requiere mucho más que esta imagen idílica. 

Para considerar que una carne es ecológica el animal se ha tenido que criar en una finca en la que no se haya detectado ningún resto de insecticida, pesticida o tratamiento químico en la tierra en los últimos 3 años. Los animales tiene que ser alimentados con una dieta equilibrada y saludable sin ningún tipo de transgénico ni antibiótico. Además, el matadero donde se mata el animal y la carnicería donde se manipula tienen que seguir una normas ecológicas.

Todas estas exigencias de la ganadería ecológica repercuten en una carne con multitud de propiedades beneficiosas para la salud y el medio ambiente. Le proponemos 5 grandes ventajas que esta carne le ofrece frente a la de granja convencional:

Muchas más vitaminas

Los animales alimentados con hierva presentan en su carne muchas más vitaminas que los animales de granja industrial. Por ejemplo contiene vitamina E y la vitamina B2 que aportan propiedades antioxidantes en nuestro organismo. Además contiene de 3 a 5 veces más de ácido linoleico que la carne de granja industrial. Este ácido sube las defensas, disminuye la presión arterial y ayuda a controlar el colesterol

Sin hormonas ni antibióticos

En las granjas industriales se utilizan hormonas para acelerar el crecimiento del tejido muscular del animal, y se controlan las infecciones, producidas por el hacinamiento de los animales, con una gran cantidad de antibióticos. En las granjas ecológicas se potencia el sistema inmunitario natural de los animales con una buena alimentación y unas buenas condiciones de vida, evitando que los animales cojan infecciones.

Prácticas sostenibles

En las granjas ecológicas se cumple el ciclo de la materia: los animales comen hierba o cereales producidos mediante agricultura ecológica, que se fertilizan y crecen con el mismo estiércol que producen los animales, ayudando a regenerar el suelo.

Animales más sanos y felices

En las granjas ecológicas los animales tienen grandes espacios por donde pastar al aire libre, se alimentan de forma natural y viven el mayor tiempo posible. La calidad de la carne es superior cuando el animal tiene salud y bienestar.

Apoyo al producto local

Las granjas ecológicas suelen ser pequeñas explotaciones familiares situadas en pueblos no muy lejos de donde vive el consumidor. Comprando carne ecológica se contribuye a fortalecer este tipo de pequeños negocios y hace del campo un lugar más sostenible.

 

Fuente: lavanguardia.com