La Asociación de Cardiólogas de Puerto Rico explica que hay muchos tipos de arritmias, pero que esta es una de las más frecuentes en nuestra población.

 

Por María L. Ríos, MD

 

Hasta hace apenas algunos años, la mayoría de nuestra población desconocía el término “fibrilación atrial”. Hoy día, sin embargo, nos encontramos frecuentemente con amigos o familiares que nos dicen que han sido diagnosticados de esta condición. Es importante, por lo tanto, educarnos para entender mejor esta condición.

 

La fibrilación atrial es la arritmia cardiaca crónica más frecuente en nuestra población. Las arritmias cardiacas son esencialmente alteraciones del ritmo normal del corazón y usualmente se diagnostican realizando un electrocardiograma. Hay muchos tipos de arritmias, pero, sin lugar a dudas, la fibrilación atrial es una de las más importantes. En esta arritmia el latido normal del corazón con contracción de los atrios (las partes superiores del corazón) es reemplazada por unas estimulaciones extremadamente rápidas e irregulares. Esto lleva a que los atrios, tanto el derecho como el izquierdo, no puedan tener una contracción adecuada. Los latidos cardiacos se hacen irregulares y rápidos, sobre todo durante cualquier actividad física.

 

La frecuencia de fibrilación atrial aumenta consideradamente con la edad. Aproximadamente, un 6 % de los pacientes de 60 años pueden padecerla, pero esto aumenta a 8 % en los pacientes en los 80. Sin embargo, sabemos que es una condición que puede presentarse a cualquier edad.

 

La fibrilación atrial puede presentarse como consecuencia de la alta presión, enfermedad de las arteriales coronarias o de las válvulas del corazón, enfermedades pulmonares  como apnea del sueño y enfermedades del pericardio. Puede presentarse agudamente asociada a cirugías, embolias pulmonares, pulmonías, hipertiroidismo e ingesta excesiva de alcohol y otros estimulantes cardiacos. Un porciento pequeño de los pacientes puede tener fibrilación atrial aislada, no asociada a ninguna otra enfermedad. Pero, irrespectivamente de la causa es una arritmia que tiende a repetirse y, en muchos pacientes, se hace permanente.

 

Las siguientes condiciones aumentan la posibilidad de tener fibrilación atrial:

  • Edad 75 años o más
  • Historial familiar de fibrilación atrial
  • Alta presión
  • Enfermedad coronaria
  • Diabetes
  • Fallo cardíaco
  • Obesidad mórbida
  • Apnea del sueño

 

En relación a los síntomas, los más frecuentes son: palpitaciones rápidas e irregulares, fatiga y poca tolerancia al ejercicio, mareos y dolor de pecho. Sin embargo, muchos pacientes no presentan síntomas significativos, mientras que en otros la primera manifestación de fibrilación atrial puede ser un derrame cerebral. Sean cuales sean los síntomas, el paciente con fibrilación atrial tiene mayor número de hospitalizaciones, tiene mayor riesgo de tener derrames cerebrales y tiene aumento de mortalidad.

 

Para el diagnóstico de esta arritmia necesitamos un electrocardiograma, pero, debido a sus diferentes causas, es importante hacer otras pruebas como: pruebas de tiroides, ecocardiogramas, “holter” cardíaco de por lo menos 24 horas y placa de pecho.

 

El tratamiento de la fibrilación atrial incluye tres puntos importantes:

  1. Cómo prevenimos los derrames cerebrales
  2. Cómo prevenimos la recurrencia de la fibrilación
  3. El control de la frecuencia cardiaca en pacientes de fibrilación crónica.

 

En cada paciente analizamos, entre muchas cosas qué precipita la fibrilación y cómo el paciente la tolera. Si el paciente tiene fibrilación atrial durante un infarto cardíaco su tratamiento será diferente a si el paciente es encontrado con esta arritmia casualmente en un examen de rutina. Analizamos, también, la necesidad de utilizar anticoagulantes, la posibilidad de hospitalizaciones y cambios en el estilo de vida y preferencias del paciente.

 

Tenemos al presente un número de medicamentos antiarrítmicos que podemos utilizar en el paciente apropiado con la finalidad de mejorar los síntomas, evitar la recurrencia de la arritmia y disminuir hospitalizaciones. En algunos pacientes escogidos también contamos con una técnica invasiva llamada “ablación”, donde, mediante catéteres introducidos al corazón, se tratan de aislar las áreas donde se origina la fibrilación.

 

Un aspecto sumamente importante es el uso de anticoagulantes para disminuir la posibilidad de que un coágulo originado en el corazón se desprenda y lleve a un derrame cerebral. Aunque todos los pacientes de fibrilación atrial están a riesgo de esta complicación, los que tienen mayor riesgo son los que tienen las siguientes condiciones:

  1. Derrame cerebral previo
  2. Fallo cardiaco
  3. Diabetes
  4. Alta presión
  5. 75 años o más

 

Otros factores que se pueden tomar en cuenta es si el paciente tiene ya enfermedades cardiovasculares reconocidas, si tiene entre 45-74 años y si es mujer. Las mujeres, por lo general, tienen mayor riesgo de embolias que el varón.

 

Si el paciente presenta un índice alto de estas complicaciones se le recomendaría anticoagulación con algunos de los medicamentos anticoagulantes orales con que contamos. El anticoagulante más antiguo, la warfarina, lleva ya 50 años en el mercado. Tiene ciertas limitaciones en relación a interacciones con alimentos, la necesidad de seguir su efecto mediante pruebas de laboratorio frecuentes y características de su metabolismo que hace que haya muchas variaciones en su efecto  en la coagulación. Recientemente, salieron al mercado tres anticoagulantes orales que han demostrado ventajas significativas en su uso en comparación a warfarina. Entre estas ventajas están: no tener interacciones con comidas, no necesitar el monitoreo de sangre para evaluar su efecto y haber demostrado alguno de ellos menos efectos secundarios, mayormente menos sangrado. Tu cardiólogo es el profesional de la salud mejor capacitado para evaluar la condición de fibrilación atrial y determinar su tratamiento y prevención.  

 

La autora es cardióloga y vocal de la Junta Directiva de la Asociación de Cardiólogas de Puerto Rico.

 

Fuente: elnuevodia.com