Cocinar demasiado la carne en la barbacoa puede ser perjudicial para la salud

Con la llegada del buen tiempo llegan también las barbacoas, tan socorridas en reuniones familiares o con amigos, pero, ¿como de saludables son las barbacoas?

La forma de cocinar los alimentos pueden variar sus características. Te explicamos qué ocurre cuando cocinas la carne en una barbacoa y cuáles son los principales riesgos para la salud de la barbacoa.  

 

Los principales riesgos para la salud de la barbacoa

Investigaciones llevadas a cabo sobre las carnes y pescados cocinados en la barbacoa han puesto de manifiesto algo bastante preocupante: el cocinado a estas elevadas temperaturas genera la producción de aminas heterocíclicas (AH) e hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP). Las AH son cancerígenas, por lo que las carnes muy hechas son un factor de riesgo para padecer muchos tipos de cáncer, y la recomendación actual apuesta por no cocinar la carne en exceso. Por otra parte, los HAP han demostrado ser carcinógenos, mutagénicos y teratogénicos en animales, y se forman en condiciones similares a las AH, por lo que, a pesar de no saber si sus efectos son similares en humanos, conviene de nuevo, no excederse en el cocinado de la carne para evitar su aparición.

En concreto, el consumo habitual, varias veces en semana, de este tipo de carnes, muy cocidas, ya sea en la barbacoa, fritas o hechas en el grill, aumenta en un 40% el riesgo de padecer cáncer de páncreas y, en menor medida, de otros tipos de cáncer como el de pulmón o de mama.

Sí, existen riesgos para la salud con la barbacoa, pero es preciso tener en cuenta que son el tiempo y la temperatura de cocinado lo que favorecen la aparición de los compuestos carcinogénicos, por lo que, reduciéndolos, puede conseguirse cocinar tanto carnes como pescados o mariscos a la barbacoa de manera perfectamente segura.

 

5 consejos para cocinar de forma más saludable en la barbacoa

  1. Elegir piezas pequeñas con poca grasa facilita la disminución de tiempo y temperatura del cocinado.
  2. En el caso de los pescados y mariscos, envolverlos, siempre que sea posible, en un papel de aluminio apto para el grill, lo que evitará la formación de humos y el contacto directo con la parrilla.
  3. Las gambas y langostinos tienen la ventaja añadida de que necesitan pelarse, por lo que los contaminantes no alcanzan el interior.
  4. En el caso de los HAP, generalmente se forman al combinarse los jugos de la carne con el carbón u otra superficie caliente, por lo que, cocinando durante un breve espacio de tiempo en el microondas, inferior a un minuto salvo que la pieza sea muy grasa, y descartando los jugos cárnicos, se consigue minimizar su formación. En cualquier caso, el precocinado de carnes y pescados reduce hasta hacerlas indetectables, la aparición de cualquiera de estas sustancias.
  5. Además, la limpieza de la parrilla es muy recomendable, ya que acumula restos de jugos y comida con mayor tendencia a quemarse en exceso, y que, por tanto, incrementan la producción de estas sustancias indeseables.

No obstante, no son sólo carnes y pescados lo que se puede cocinar en el grill o la barbacoa, las frutas y verduras van abriéndose camino y son una alternativa de lo más saludable, tanto para niños como para mayores. Además de la tradicional mazorca de maíz, que suele tener bastante éxito entre los más pequeños, calabacín, cebolla, tomate y pimiento son perfectamente aptos para estos eventos, dando un variado toque de color al plato. La sandía, el melón y la piña van ganando popularidad, y su combinación es altamente recomendable, sobre todo en formato de brochetas.

Aunque los estudios realizados son claros sobre los efectos cancerígenos de las AH y, al menos en animales, de los HAP, teniendo en cuenta las pequeñas precauciones y recomendaciones enumeradas, las barbacoas veraniegas son totalmente seguras para toda la familia, incluyendo los más pequeños.

 

Fuente:guiainfantil.com