La anemia falciforme o drepanocítica, es una enfermedad que afecta los glóbulos rojos por una anomalía en la hemoglobina, proteína encargada de captar y transportar el oxígeno a los diferentes tejidos del cuerpo. La anemia falciforme es un problema genético en el cual el niño nace con dos genes de células falciformes, uno de cada progenitor. En caso de que se herede solo un gen, la persona tendrá lo que se denomina rasgo drepanocítico y no desarrollará los síntomas propios de esta enfermedad.
La anemia de células falciformes es una condición grave que tiene una alta tasa de mortalidad, se registran cerca de 100.000 casos fatales por año en el mundo. La mayor incidencia de esta enfermedad es en personas de origen africano y sus descendientes en otros continentes. En la actualidad no existe cura para esta enfermedad, pero hay una serie de métodos que pueden ayudarte a llevar una mejor calidad de vida. Por este motivo, en este artículo te explicaremos las causas, síntomas y tratamiento de la anemia falciforme.
Causas de la anemia falciforme
La anemia falciforme es hereditaria y lo que ocurre es que los glóbulos rojos se desarrollan de forma anormal, con unas características rígidas y curvas como en forma de hoz. Este proceso puede revertirse al captar nuevamente el oxígeno en los pulmones, pero por cada transformación se va deteriorando la membrana y la forma anormal del glóbulo rojo se vuelve irreversible.
Estas células falciformes suelen ser muy frágiles y su ciclo de vida en el torrente sanguíneo es muy corto, por lo que las personas con esta anomalía llegan a presentar valores bajos de glóbulos rojos.
Además, debido a su forma anormal, no circulan adecuadamente en la sangre y pueden obstruir el paso en los vasos sanguíneos.
Síntomas de la anemia falciforme
Aunque la anemia de células falciformes está presente desde el inicio de vida del paciente, es a los 6 meses de nacido, que empieza a desarrollarse con sus correspondientes síntomas por la falta de glóbulos rojos, principalmente:
- Debilidad.
- Dolor de cabeza.
- Mareos.
- Dolor severo.
- Palidez.
- Fiebre periódica.
- Dificultad para respirar.
En general se observa una sintomatología como una anemia normal; sin embargo, puede llevar a complicaciones muy serias junto con otros síntomas, como:
- Crisis de dolor o vaso oclusivas, hay dolor articular y abdominal, la médula ósea se ve mayormente afectada, es posible que desencadene un infarto y necrosis.
- Síndrome torácico agudo, también ocasionado por una infección pulmonar.
- Necrosis ósea.
- Crisis aplásticas, la médula ósea es incapaz de producir glóbulos rojos por un tiempo.
- Daño a órganos por la reducción del flujo sanguíneo, principalmente el corazón, los riñones y el cerebro.
- Crisis de secuestro esplénico, el bazo incrementa su tamaño ocasionando un daño por la acumulación de glóbulos rojos anormales.
- Dactilitis, es una inflamación con dolor de las manos o pies.
Tratamiento para la anemia falciforme
Si bien no se ha desarrollado un método para eliminar la anemia falciforme, se puede seguir una serie de tratamientos que ayudarán a disminuir los síntomas y mejorar la condición del paciente, con esto se ha observado una mayor supervivencia de personas con esta enfermedad.
Hay que tener en cuenta que cada persona es distinta y la mejoría de la enfermedad dependerá de la condición y la predisposición del paciente. Es importante que acudas con un médico para que diagnostique tu estado y con base en ello te prescriba el tratamiento que mejor se ajuste. El tratamiento para la anemia falciforme puede incluir:
Uso de antibióticos para prevenir infecciones, ya que el sistema inmunológico del paciente suele estar debilitado.
- Transfusión sanguínea.
- Tratamiento con hidroxiurea, un medicamento, que además de ayudar a aliviar los síntomas de la anemia falciforme, incrementa la cantidad de hemoglobina fetal en los glóbulos rojos, lo que disminuye la anemia. Aunque es un método eficaz en adultos, en el caso de los niños es muy poca la evidencia de mejoría.
Uso de células madres, este tratamiento aún está en desarrollo y se realiza sustrayendo las células madres del cordón umbilical de un familiar del paciente, que no sea portador de la enfermedad, y se le administra a la persona con anemia, además se debe tratar con quimioterapia para frenar la producción de los glóbulos rojos falciformes. A diferencia del tratamiento con hidroxiurea, este método resulta con mayor probabilidad de eficacia en niños que en adultos. No obstante, uno de los inconvenientes de este procedimiento es el costo que conlleva conservar las células madres.
Fuente: onsalus.com