El principal aporte de estos alimentos es su poder antioxidante, y por supuesto, su sabor, que combina con todos los postres. Entre los frutos rojos podemos encontrar a la familia de las fresas, frambuesas, cerezas, arándanos, zarzamoras, uvas, y ciruelas. Todos ellos se cargan de varios beneficios para la salud y la belleza.

Propiedades nutricionales

  • Se distinguen por ser altos en fibra y bajos en calorías.
  • Son una gran fuente agentes antiinflamatorios y de antioxidantes, entre ellos los polifenoles.
  • Una taza de fresas aporta más del 100% de vitamina C que necesitas al día.

 

Para tu salud

  • Disminuyen el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón, la presión arterial alta, e incrementan el colesterol ‘bueno’.
  • Los arándanos pueden prevenir o retrasar problemas relacionados con la memoria, ya que tienen propiedades neuroprotectoras.
  • Las fresas son buenas para regular el azúcar en la sangre, así como para combatir los radicales libres.
  • Se recomienda a las mujeres, principalmente, comer arándanos para prevenir infecciones en las vías urinarias porque éstos pueden eliminar las bacterias que ahí se alojan.
  • Las cerezas tienen la capacidad de inducir el sueño, pues contienen melatonina, una hormona que ayuda a regular el ciclo de éste.

 

A tu belleza

  • Las frambuesas tienen ácido elágico, un antioxidante antiinflamatorio que ayuda a prevenir que la piel se torne roja.
  • Su alto contenido de vitamina C aumenta la creación de colágeno para una menor aparición de arrugas, y darle a tu piel suavidad e hidratación.

 

La mejor manera de consumirlos

  • Lo único que necesitas para aprovechar sus ventajas es lavarlos y desinfectarlos bien antes de comerlos.
  • En su forma natural puede acompañar diversos platillos como ensaladas, cereales, smoothies o batidos, aguas de sabores, yogur, o simplemente un puñado de frutos rojos funciona como snack.
  • Prefiérelos frescos y no como productos deshidratados, pues así pierden muchas de sus propiedades y además no generan tanto esa sensación de saciedad.
  • Si no los consumirás de inmediato, procura meterlos en un recipiente o bolsa de plástico sellada y congélalos.

Fuente: vanidades.com